Evacuación del rascacielos Babenhäuser: ¡los residentes deben mantenerse alejados!
Finalizada la evacuación del rascacielos Babenhäuser en Darmstadt-Dieburg. Los residentes permanecen en alojamientos de emergencia debido a deficiencias en la seguridad contra incendios.

Evacuación del rascacielos Babenhäuser: ¡los residentes deben mantenerse alejados!
Después de la dramática evacuación del edificio Erloch en Babenhausen, hoy se ha escrito el último capítulo de este trágico episodio: todos los antiguos residentes han abandonado su alojamiento de emergencia en el ayuntamiento. Exactamente siete semanas después del derrumbe de partes de la fachada, la evacuación ya ha concluido por completo. En ese momento se vieron afectadas un total de 187 personas, que fueron alojadas, entre otros lugares, en el ayuntamiento, después de que tuvieron que abandonar sus domicilios para garantizar su seguridad. Estos refugios sirvieron como hogares temporales para los evacuados durante muchas semanas mientras la ciudad buscaba nuevas opciones de vivienda.
Sin embargo, por el momento no se vislumbra un regreso a los rascacielos. Las autoridades de construcción descubrieron graves deficiencias en la protección contra incendios, en particular un problema crítico en el suministro de agua contra incendios: ya no llegaba agua desde el tercer piso. Esta y otras deficiencias técnicas hacen que el rascacielos sea inhabitable y actualmente no es previsible una solución. La administración municipal de Babenhausen todavía está tratando de encontrar apartamentos para las 12 familias restantes y más de 50 personas que se alojan en el ayuntamiento. Sin embargo, la búsqueda está resultando complicada y los residentes temen no recuperar sus pertenencias personales, ya que el acceso a sus hogares es incierto.
Necesidad urgente de renovación
Toda la situación plantea muchas preguntas. Para que el edificio de gran altura sea apto para la futura habitabilidad, son necesarias amplias reparaciones. Según los expertos, los costes de una renovación completa se estiman en hasta 10 millones de euros, mientras que para las primeras reparaciones ya se han previsto pagos especiales de 500.000 euros. Esto plantea grandes desafíos económicos, sobre todo para los propietarios: se expresan con fuerza preocupaciones sobre posibles quiebras personales, ya que la ciudad ya está recaudando alrededor de 6.000 euros al día para alojar a los evacuados en el ayuntamiento. El alcalde Stadler destaca que es necesario encontrar una solución a esta situación inaceptable.
Se encargó a una empresa de ingeniería que examinara las posibilidades de reparar el edificio de gran altura. La atención se centra en la seguridad de los residentes, ya que los requisitos de protección contra incendios son especialmente altos en los edificios de gran altura. Estas estructuras plantean riesgos específicos en lo que respecta al riesgo de incendio y la seguridad durante la evacuación. La construcción vertical podría generar importantes dificultades para los servicios de bomberos y salvamento en caso de emergencia, como también se sabe en el sector. Según FeuerTrutz, los edificios de gran altura son conocidos por su altura y por su gran densidad de espacio habitable y, en caso de incendio, pueden provocar un gran número de víctimas. Esto aumenta aún más si no existen rutas de escape estructurales.
Los dramáticos acontecimientos que rodearon el rascacielos de Erloch son un claro llamamiento a los promotores y a las administraciones municipales para que en el futuro presten una atención aún más rigurosa a las normas de seguridad. Como hemos visto recientemente, la falta de protección contra incendios puede tener consecuencias drásticas y no sólo amenaza la vida de los residentes, sino que también tiene graves consecuencias financieras.
La situación sigue siendo tensa y la administración de la ciudad se enfrenta al desafío de preparar tanto a las personas como a los bienes para el futuro. La pelota está ahora en el tejado de las autoridades y sus responsables, quienes deben velar por que incidentes como este no se repitan.