Del banquillo a la leyenda: Carsten Lakies y el tiro de barril de Klinsmann

Del banquillo a la leyenda: Carsten Lakies y el tiro de barril de Klinsmann

A veces las historias más notables suceden en los momentos más breves. Un ejemplo de ello es la carrera de Carsten Lakies, que hizo historia en la Bundesliga con sólo once minutos de partido con el FC Bayern de Múnich. Entró al campo el 10 de mayo de 1997 en el partido contra el SC Freiburg como sustituto de Jürgen Klinsmann, y no sin consecuencias. [hessenschau.de].

El partido seguía 0-0 en el minuto 80, cuando el técnico Giovanni Trapattoni sustituyó a Klinsmann. El delantero no estaba nada contento con esta decisión. Siguió un estallido emocional: Klinsmann, enojado por la sustitución y discutiendo en voz alta con el entrenador Trapattoni, pateó un gran barril publicitario. El incidente, que dejó a Klinsmann con una lesión en el tobillo y heridas sangrantes, se convirtió posteriormente en leyenda. bild.de describe este momento como uno de los más emotivos en la historia de la Bundesliga, y el contenedor publicitario forma parte ahora de la exposición en el Bayern. Museo.

Una breve aparición con gran impacto.

Carsten Lakies recuerda con cariño sus primeros minutos sobre el terreno de juego. En el poco tiempo que le permitieron jugar en el FC Bayern, hizo algunas buenas jugadas, incluido un cabezazo que no acertó. "Me impresionó mucho poder tocar frente a una multitud tan grande", dijo Lakies. Las instrucciones de Lothar Matthäus, otra estrella del equipo, también le influyeron en esta misión. [eurosport.de]. Quería aprovechar al máximo esta oportunidad.

Después de que la temporada 1996/97 terminara exitosamente para el Bayern (se proclamaron campeones), Lakies se mudó al Hertha BSC. Allí jugó tres partidos más de la Bundesliga y luego pasó al Waldhof Mannheim, a Karlsruhe y de nuevo al club de su ciudad natal, el SV Darmstadt 98. Después de esa temporada, Klinsmann y el FC Bayern se separaron y el evento mencionado a menudo se asocia con el nombre de Lakies.

Un momento para la eternidad

Curiosamente, Klinsmann luego se disculpó con Lakies por su comportamiento impulsivo. Tras el incidente hubo un reencuentro armonioso porque, a pesar de la turbulenta situación, ambos habían desarrollado un cierto entendimiento el uno por el otro. “Fue una experiencia única y todavía hoy celebro el campeonato con el Bayern de Múnich”, dice Lakies, que ahora es un fiel seguidor del club y asiste a casi todos los partidos en casa.

La historia de los Lakies y la famosa patada de barril es una de esas anécdotas que mantienen vivas en el fútbol las emociones turbulentas y los puntos de inflexión que son posibles, incluso en momentos tan breves que a veces sólo pueden ocurrir en el fútbol.