Dobrindt ignora la decisión judicial: ¡el procedimiento de asilo bajo crítica!

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Darmstadt se convierte en escenario de disputas legales sobre asilo y decisiones judiciales; El debate político y jurídico se está calentando.

Darmstadt wird zum Schauplatz juristischer Auseinandersetzungen über Asyl und Gerichtsentscheidungen; die politische und rechtliche Debatte spitzt sich zu.
Darmstadt se convierte en escenario de disputas legales sobre asilo y decisiones judiciales; El debate político y jurídico se está calentando.

Dobrindt ignora la decisión judicial: ¡el procedimiento de asilo bajo crítica!

Una reciente decisión del Tribunal Administrativo de Berlín está provocando entusiasmo y debate en la política de asilo alemana. Se trata del rechazo de tres solicitantes de asilo somalíes a quienes se les dio una idea de sus opciones legales en la frontera alemana. El tribunal decidió en un procedimiento de urgencia que los solicitantes de asilo que solicitan protección en los controles fronterizos alemanes no deberían ser rechazados sin más sin un examen exhaustivo del procedimiento de Dublín. El ministro Alexander Dobrindt (CSU), por su parte, considera que la decisión es una “decisión individual” y planea continuar con la práctica actual. Esto plantea cuestiones importantes sobre el estado de derecho y el compromiso con las decisiones judiciales.

El ministro señala que la decisión del tribunal, aunque tenga un "impacto individual", no supondrá ningún cambio importante en la práctica. Los críticos ven esta opinión como un desprecio por las decisiones de la Corte Suprema. En este contexto, se hace la comparación con la prohibición de que los aficionados del Frankfurt se quedaran antes de un partido de fútbol en 2016, que no se levantó a pesar de una orden judicial clara. Como en aquel entonces, la confianza en el Estado de derecho ahora podría verse puesta a prueba por esa ignorancia. El responsable de orden público de Darmstadt justificó su adhesión a la prohibición en ese momento con el "peligro de disturbios", que enviaba la señal de que los deseos políticos estaban por encima de los principios legales.

La decisión tiene consecuencias.

La decisión del VG Berlín tendrá consecuencias de gran alcance para la práctica del asilo en Alemania. La decisión establece que el gobierno federal debe revisar y mejorar sus prácticas para mantenerse al día con los requisitos del proceso de Dublín III. Este procedimiento garantiza que cada solicitud de asilo sea examinada por un solo Estado miembro, lo que tiene como objetivo controlar la migración secundaria dentro de Europa. En este contexto, un solicitante no tiene derecho a seguir viajando a Alemania si otro Estado miembro de la UE es responsable de su procedimiento de asilo.

Sin embargo, la aplicación de estas normas se ve cuestionada por la práctica actual de rechazo. Según muchos expertos, Dobrindt necesita urgentemente una mejor justificación jurídica para su enfoque, ya que los argumentos que el gobierno federal presentó ante el tribunal no son suficientes para justificar una "situación de emergencia" según la legislación de la UE. La incoación de un procedimiento principal ante el Tribunal Administrativo de Berlín también podría dar lugar a que casos similares lleguen a otros tribunales de Alemania. Quizás no se descarte incluso una sentencia conmovedora del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas si la situación lo requiere.

Estado de derecho bajo presión

Abordar las decisiones del VG Berlín plantea cuestiones fundamentales. Se señala repetidamente la responsabilidad de los actores políticos de adherirse a los principios del Estado de derecho y respetar los derechos fundamentales. Dobrindt y su ministerio aún no han respondido a las voces críticas sobre su postura, lo que en muchos círculos se considera problemático. Ex jueces constitucionales cuestionan la credibilidad de la política cuando ignora las decisiones judiciales. La creciente sospecha de que la política simbólica tiene prioridad sobre la situación jurídica real podría tener graves consecuencias para la confianza en las instituciones estatales.

En este caso, la amenaza de una carga financiera derivada de posibles honorarios judiciales y legales también podría convertirse en una cuestión relevante, especialmente si resulta que las decisiones urgentemente necesarias no se implementan de conformidad con el Estado de derecho o los derechos fundamentales. Esta situación podría convertirse en un problema no sólo en el Tribunal Administrativo de Berlín, sino también en otros lugares y desencadenar más debates en la sociedad alemana.

Los desafíos legales asociados con el procedimiento de Dublín están lejos de terminar. Queda por ver cómo se adaptará el gobierno federal a este complejo asunto. El próximo período podría ser decisivo para determinar si los actores políticos tienen una buena capacidad para garantizar la confianza de los ciudadanos en los derechos y el Estado de derecho.