Luchar por la dignidad humana: ¡Los obispos advierten contra la elección de jueces en Hesse!
El 18 de julio de 2025, el nombramiento de Frauke Borius-Gersdorf como juez constitucional provocó acalorados debates, especialmente en la Iglesia católica.

Luchar por la dignidad humana: ¡Los obispos advierten contra la elección de jueces en Hesse!
En Hesse y más allá, el nombramiento por parte del SPD de Frauke Brosius-Gersdorf como jueza constitucional está atrayendo cada vez más atención. La discusión sobre su posición sobre el aborto está causando mucha controversia y polarizando a la sociedad. El viernes, el Bundestag decidirá sobre su elección, que no debería haber estado en la agenda, pero la presión de la opinión pública parece demasiado grande para seguir ignorando el tema. El obispo de Limburgo Georg Bätzing, que también es presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, se pronunció claramente a favor de Brosius-Gersdorf. En su defensa, destaca que ella no debe perder el reconocimiento que se merece. Este apoyo llega en el momento adecuado, ya que obispos de varias diócesis ya han expresado su preocupación por que a nadie que cuestione la dignidad humana de embriones o fetos se le pueda confiar la interpretación de la Ley Fundamental, según informó [hessenschau].
La situación llegó a un punto crítico después de que el arzobispo de Bamberg, Herwig Gössl, retirara sus acusaciones contra Brosius-Gersdorf y calificara sus declaraciones anteriores de lamentables. Afirmó que estaba “mal informado”. En un momento en que la sociedad debate sobre el tema del aborto, la Iglesia católica ve con gran crítica el nombramiento de Brosius-Gersdorf. Los críticos, incluidos los de la CDU, insinuaron que Brosius-Gersdorf apoyaba el aborto hasta el nacimiento y describieron su postura como “ultraizquierdista”.
El discurso sobre el aborto
Brosius-Gersdorf ha adoptado una posición clara en el debate: está a favor de legalizar el aborto en las primeras etapas, pero rechaza la afirmación de que el embrión no tiene derecho a la vida. Esto contradice las posiciones del Tribunal Constitucional Federal, que desde 1993 concede la dignidad humana a los no nacidos. La cuestión del aborto se está volviendo particularmente explosiva, ya que la jurisprudencia futura depende en gran medida de la elección del nuevo juez constitucional. El actual párrafo 218a, que Bätzing describe como un “equilibrio inteligente” entre el derecho a la autodeterminación y la protección de la vida no nacida, tiene por lo tanto el potencial de volver a ser incluido en la conversación a través de la nominación de Brosius-Gersdorf, y no sólo desde una perspectiva legal.
Pero no es sólo la Iglesia católica la que se muestra escéptica. La Iglesia protestante está generalmente más abierta a una regulación más liberal, lo que complica aún más la situación. En un panorama político condensado, el SPD y la CDU han acordado que Brosius-Gersdorf no puede asumir el cargo de presidente o vicepresidente del Tribunal Constitucional Federal. Esto podría significar que no se logre la mayoría de dos tercios necesaria para su elección.
¿Una guerra cultural en marcha?
Mons. Bätzing advierte en sus declaraciones de una guerra cultural que podría surgir del debate sobre el nombramiento de Brosius-Gersdorf. Le preocupan aquellos que se benefician de los conflictos que surgen de la sociedad. Además de los aspectos legales, se pone en primer plano la discusión sobre la protección y dignidad de la vida antes y después del nacimiento. Obispos como Oster y Voderholzer subrayan la necesidad de reconocer la dignidad humana en cada persona, independientemente de su situación de vida.
Todo esto ocurre en el contexto de un impulso de larga data para la reforma por parte del SPD y los Verdes, que querían examinar más de cerca las regulaciones sobre el aborto. Pero la idea de eliminar el aborto del código penal y regularlo en la Ley de Conflictos de Embarazo amenaza con pasar a un segundo plano, mientras que la designación de Brosius-Gersdorf reaviva el debate.
Para muchos está claro: la decisión tomada el viernes no sólo podría tener un impacto duradero en las leyes sobre el aborto y el tratamiento de la dignidad humana en Alemania, sino también en los fundamentos de la convivencia social. Sigue siendo apasionante ver cómo se desarrollará el panorama político en el próximo período y qué impacto tendrá esto en las personas que están en el centro de este debate.