Castillo de Kransberg: ¡Horrores y secretos de una historia agitada!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

Descubra más sobre la fascinante historia del castillo de Kransberg en Hochtaunuskreis, su uso como “escena del crimen” y como centro de interrogatorios.

Erfahren Sie mehr über die faszinierende Geschichte des Schlosses Kransberg im Hochtaunuskreis, seine Nutzung im „Tatort“ und als Vernehmungszentrum.
Descubra más sobre la fascinante historia del castillo de Kransberg en Hochtaunuskreis, su uso como “escena del crimen” y como centro de interrogatorios.

Castillo de Kransberg: ¡Horrores y secretos de una historia agitada!

El castillo de Kransberg, en la región de Taunus, no sólo tiene una historia llena de acontecimientos, sino que también ocupa un lugar permanente en los dramas criminales de la televisión alemana. El castillo desempeña actualmente un papel central en el nuevo episodio de “Tatort”, “Murot y el Reich de los 1000 años”, en el que el inspector Felix Murot (muy bien interpretado por Ulrich Tukur) resuelve un apasionante caso de asesinato. Durante sus investigaciones se topa con numerosas incoherencias y con una comunidad rural que parece estar muy unida y firmemente en manos de un patriarca. El factor terror realmente llega a casa: pinturas oscuras con “ojos invisibles” y conductos de ventilación secretos que vigilan todo contribuyen a crear una atmósfera opresiva. Esta mezcla de profundidad histórica y casos criminales llenos de suspenso no sólo deleita a los espectadores, sino que también es un maravilloso escaparate para la región.

El castillo de Kransberg, que se extiende a unos 40 km al norte de Frankfurt, cerca del pueblo del mismo nombre con unos 800 habitantes, fue mencionado por primera vez en el año 1220 y es una pieza fascinante de la historia. Sin embargo, los orígenes del edificio se remontan a mucho más atrás: el castillo de piedra fue construido alrededor de 1170 por los Hohenstaufen y formaba parte de una cadena defensiva. A lo largo de los siglos, el castillo cambió de manos una y otra vez y sufrió numerosas renovaciones y ampliaciones. El edificio, que pasó varias veces a lo largo de su historia en posesión de la nobleza, brilla ahora con el estilo neogótico acuñado a finales del siglo XIX. Para la región, es a la vez un monumento histórico y un punto de encuentro cultural.

Un pasado oscuro

La historia del castillo de Kransberg no sólo se caracteriza por magníficas fiestas y estancias de la nobleza. Durante el régimen nazi, el castillo fue reconstruido como parte del complejo de búnkeres de Adlerhorst y sirvió como cuartel general militar de Adolf Hitler. Incluso se hicieron planes para la Operación León Marino aquí, pero nunca se implementaron. Hitler residió en el castillo de 1939 a 1941 y las habitaciones fueron equipadas como centro de mando. Sin embargo, con el final de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas estadounidenses se apoderaron del castillo y operaron allí un centro de interrogatorios, conocido como “Camp Dustbin”. Se interrogó a muchas personalidades destacadas, incluido el ingeniero de armamento Wernher von Braun, y se recopiló información sobre la industria armamentística alemana. Este pasado reciente convierte al castillo en un lugar de importancia histórica y militar.

En los años de la posguerra, el castillo fue un lugar importante para los servicios de inteligencia estadounidenses y alemanes. La organización Gehlen, precursora del actual Servicio Federal de Inteligencia, utilizó el castillo para sus operaciones hasta 1961. El castillo siguió siendo propiedad del ejército estadounidense hasta 1990, antes de ser devuelto al gobierno alemán.

El uso actual y cultural

Hoy en día, el castillo pertenece a un inversor turco que lo adquirió en 2012. Después de una serie de cambios de propiedad y un devastador incendio en 2014, el castillo ahora está siendo restaurado y funciona como lugar para bodas, conciertos clásicos y ceremonias civiles. Una gran promesa para el futuro, porque la combinación de historia y uso contemporáneo hace que el castillo de Kransberg siga siendo un destino atractivo para los visitantes. En el icónico episodio “Tatort” queda claro una vez más que este lugar histórico no trata sólo del pasado, sino también del presente y del futuro. Con Kransberg, la región tiene un tesoro que cuenta historias y mantiene vivo el interés por las facetas misteriosas de la historia.

El castillo de Kransberg es más que un simple edificio histórico: forma parte del patrimonio cultural de Hesse. La historia que aquí se ha vivido, los destinos que se han cruzado y los secretos que guarda lo convierten en un lugar fascinante que invita a descubrir.